Lavarse el pene luego de tener relaciones sexuales es una medida de higiene que los hombres deben emplear, independientemente de si utilizaron o no condón. Esta sencilla acción reduce la posibilidad de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual, bacteriana, viral o causada por hongos, ya que los fluidos como el semen y la lubricación pueden contener microorganismos bacterianos.
Lo primero que el hombre debe hacer es lavarse las manos para eliminar las bacterias que puedan tener allí. Lo segundo es orinar. Esta necesidad fisiológica, además de ser relajante, limpiará la uretra, expulsando bacterias contraídas tras la penetración.
Para lavar el pene, testículos, glande, prepucio e ingle, basta con emplear agua tibia. El jabón puede llegar a irritar. La idea es eliminar todo residuo de fluidos producto del acto sexual. Finalmente, se debe secar bien el área, para evitar que bacterias y hongos se desarrollen con la humedad.
En resumen, luego del acto sexual, recomiendo ejecutar estas cuatro prácticas para preservar la salud en su área íntima:
- Utilizar condón nuevo cada vez que se tenga un encuentro íntimo. El preservativo usado está cargado de bacterias que pueden afectar la salud tanto del hombre como de la mujer. También se debe usar preservativo nuevo si va a cambiar de tipo de sexo (vaginal, oral, anal).
- Como mencionamos anteriormente, orinar debe convertirse en un hábito cada vez que se tenga sexo. Así, expulsará las bacterias que pudiesen haber ingresado vía uretra.
- Lavarse con agua tibia y secar bien tanto el pene, como sus alrededores.
- Evitar en lo posible la utilización de la saliva como lubricante, puesto que la saliva es portadora de bacterias que pueden infectar el área genital. Si en el calor del momento no pudo evitarlo, recuerde lavarse sin falta.
